Mil lunas se alzan en un augurio atroz
detrás de la ventana aguardo la penumbra
Flores rojas se abren con un crujido
Cada grano de arena orbita con sincronía
alineación profana que ilumina el universo entero
Una mano temblorosa se funde en la lluvia
Las manzanas sangran, víctimas de cada mordida del tiempo
Cada escritura es un esfuerzo que deja la fruta desnuda
Morfosis, más allá.
Tras de mi última persona se resquebraja el verdor de esta máscara de ojos de almendra
Sólo restan sus grietas arreboladas por el erotismo de una muerte sosegada
Contemplación externa:
el vacío arrebatado, la fantasmagoría del mundo.
1 pececillos en la red:
Este poema me hizo pensar en tus multiples sueños acerca del fin del mundo. Me sigue gustando mucho la forma en que escribes, ojos de almendra. Un abrazo químico desde el laboratorio.
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