La palabra de hoy, combate
La palabra de mañana, persistencia
La palabra de siempre, anhelo
todas, palabras frígidas
aguardando esa caricia,
verbo fértil que reverbera en las cicatrices de mi vientre
las invoco en el silencio súbito del sueño
el cuerpo se resiste, canturrea ubicuos impulsos eléctricos
desde la epidermis hasta la linfa cálida
se extiende
la sombra inconcebible de esta esfera viviente
que hemos nombrado Planeta
Golpeando la ventana de mi espíritu en clausura,
te aguardo benéfica e irreconocible
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